La familia Taurion

Hace casi 400 años a.B (Antes de Beamfu) nació Barakas, su padre era un demonio, su madre era una tiefling, es decir que Barakas era mas demonio que cualquier tiefling, tenía una cola de casi 2 metros con una punta filosa, unos dientes demasiado afilados, y unos cuernos que lo hacían parecerse demasiado a un minotauro... sin contar sus pesuñas y que medía casi 2,10 metros. Barakas se crió en una casa con mucho dinero, esta ubicada en el bosque, desde pequeño aprendió a cazar, montar bestias, rastrear animales, etc... A los 15 años asesinó a un semiorco, solo porque este lo trató de pequeño y le dijo que tenía mucho que aprender para llegar a ser como el.
Barakas desde joven tuvo mucho carácter, fue criado y entrenado por su padre, su madre fue asesinada por este cuando Barakas nació.
Barakas desarrolló un terrible odio hacia los humanos, debido a que todos cuando lo veían, corrían.
Un día, mientras asesinaba humanos cerca de su hogar, solo por deporte, observó algo a lo lejos. Era humo que venía desde su hogar, dejó a los humanos a medio apuñalar, y corrió hasta su hogar. Cuando llegó vio unos cuernos como si hubieran sido arrancados de alguien, eran los de su padre, no pudo encontrar el cuerpo. Barakas decidió irse de su hogar para averiguar que sucedió con su padre y quien fue el que lo asesinó.
Pasaron años desde aquel día, Barakas ya tenía esposa y estaba esperando un bebe.
Una tarde nublada en Luruar (lugar en que vivía actualmente Barakas con su esposa tieflig y futuro hijo) Barakas talaba arboles para terminar de construir la habitación del bebé. De pronto empezó a sentir que alguien lo observaba, al mirar hacia atrás vio como un enorme martillazo aplastó su cabeza.
Damakos, el hijo de Barakas, nació en Luruar, no conoció a su padre, su madre dice que fue asaltado por unos ladrones. Damakos nació en una familia de clase media, con su madre y con su hermano menor.
Cuando Damakos cumplió los 18 años, a diferencia de los regalos que su madre le hacía todos los años (3 Piezas de oro) le dio un libro y le dijo " Damakos, este libro dejó tu padre, el sospechaba que lo matarían, aqui esta la información que necesitas... Si quieres vengarlo claro...
Dijo su madre, y con los ojos medio llorosos se fue hasta su habitación.
Pasaron meses hasta que Damakos terminó de leer el libro, su madre no habló mas del tema, aunque el pasaba todo el día leyendo o tratando de descifrar los códigos que traía el libro.
Madre... Termine de leer el libro, vengaré a mi padre y acabaré con Málar y sus seguidores. Se que quieren destruir a los Taurion por problemas de hace casi 700 años. Lo mejor sera que tu y mi hermano se escondan. Volveré pronto. Dijo Damakos, se puso su armadura y se fue de la casa sin esperar respuestas de su madre.
Muchos años después Damakos, logró encontrar al asesino de su padre y a toda su pandilla, Damakos por otro lado, ya tenía familia. Dos hijos, aunque ninguno mayor de 10 años.
Mientras Damakos, escribía una carta para su colega sobre todo lo que había averiguado, escucho a Melech, su hijo mayor gritar mientras corría con su madre.
Damakos desenvainó su espada y fue a ver quien estaba afuera. Vió un hombre que medía casi 1,90, estaba conjurando, su hijo Beamfu estaba atras dormido en el suelo. Este hombre tenía un largo cabello blanco, ojos blancos que lo hacían parecer ciego, y una larga barba, llevaba una túnica negra. Damakos atacó al hombre, y por mala suerte el hombre disparó el conjuro primero, que hizo desmayar a Damakos.
Damakos despertó y estaba atado a una silla, parecía como si estuvieran en una habitación oscura. En el fondo de la oscuridad se escuchó una voz Damakos Taurión, despertaste justo a tiempo para ver como muere tu hijo. Damakos alzó la mirada y vió que una luz a unos 10 metros se encendió, no pudo ver nada mas que a su hijo atado, a una cruz. Se lo veía asustado cuando vió a su padre empezó a decir Pa... Damakos se quedo sin palabras con lo que vió. Una espada que llegabá a medir casi 3 metros atravezó la cruz por atras y tambien atravezó a Melech.
Eso fue lo último que Damakos vió antes de que una mano lo agarrara del cuello y lo asfixiara.